Marcichal encanbeza
según este análisis
El pasado 15 de septiembre,
José M Romero (desconozco su nacionalidad), publicó en MLB.com una colaboración
especial cuyo título es, “Los cinco mejores pitchers latinos retirados”,
ranking, según sus propias palabras, en honor al Mes de la Herencia Hispana
en Estados Unidos.
Con esa tendencia que
tenemos los cubanos a molestarnos por todo lo que no nos considere “Reyes del
Azúcar”, pues el maldito escalafón levantó ronchas en los veteranos de la Mayor de Las Antillas que
conocen todo del beisbol nuestro. En los de nueva edición no, esos no conocen
los anales del beisbol en Cuba más allá del Industriales o de Omar Linares y,
lo peor, no les interesa defender un pasado que les es ajeno por apatía, por
desgano, por coincidencia de criterios que ni explicar pueden, o por el divorcio
absoluto con la historia que les impusieron, pero que ni esfuerzos hacen por
condonar la deuda moral con la patria recuperando para sí la historia
verdadera.
Para escoger a esos cinco
lanzadores, el autor de la nota se valió de varias figuras prestigiosas “con
amplio dominio del beisbol latino”; aunque, por experiencia sé, que resulta
engañoso el término “conocedores de ese tipo de pelota”; a fin de cuentas,
pocos americanos pueden hablar con autoridad sobre la pelota cubana, a pesar de
sus libros y el nombre que le acredite por escribir en un medio famoso. Tito
Rondón, verdadero historiador que sí sabe del “beisbol”, con seguridad
concuerda conmigo.
Según el material, el primer
pitcher hispano (rango de big leaguer, por supuesto), es el Dandy de Quisqueya,
Juan Marichal, con Pedro Martínez en segundo y yo diría que, si alguien
invirtiera los lugares, también funcionaba la selección: el Mariscal de los
Gigantes ganó más juegos, aunque ningún Cy Young, mientras Pedro tiene tres
adornitos en su vitrina. A mi modo de ver, con estas selecciones debe estar
todo el mundo de acuerdo.
Después, Luis Tiant jr en
tercero, con Denis Martínez y Fernando Valenzuela cerrando el quinteto en ese
orden
En lo único que no coincido
con el Five Top, es en colocar a Valenzuela sobre Mike Cuellar; ni a la fuerza
se puede meter a La Habana
en Guanabacoa y, si acaso se hizo porque el mexicano movió a Los Ángeles tras
los Dodgers con la “Fernandomanía”, esto no debe ser un escalafón por méritos
sociológico, sino de resultados deportivos.
Con algo que disiento del
material de MLB.com, es con la velada sugerencia de que Alex Pompez, previo a
la tarea de scout de Joe Cambria para los Senadores de Washington desde Cuba,
funcionó como la llave de la puerta que da al beisbol americano para los
hispanos, en detrimento del individuo a quien más hay que agradecerle: Abel
Linares.
El nombre del beisbol cubano
debería ser Abel Linares, sin él no hubiera sido posible mantener al juego en
el orden de pasatiempo nacional hasta los 60′s, porque fue quien impuso a la
pelota sobre el balompié en la preferencia del público habanero durante los
20′s; dueño del Almendares Park y motivador de las Series Americanas junto a
Tinti Molina, que llevaban a jugar a Cuba, contra selecciones o clubes cubanos,
a similares de Grandes Ligas, de Triple A, o del beisbol sepia independiente
pre-ligas negras; propietario del Habana y del Almendares, colocó en Ligas
Negras a los Cubans Stars en 1920 con la ayuda de Tinti Molina, antes de
cualquier participación de Pompez, que se inició después, con clubes de nombre
cubano como el propio Cubans Stars o los NewYork Cubans del Este.
Por lo demás, creo que esa
selección está bien. El cubano debe recordar siempre que, si de algo no tienen
la culpa ni el cronista ni el pelotero del área, es de que, en 1961, con la
total anuencia del pueblo, el tirano liquidara por decreto el beisbol
profesional y, 49 años son suficientes como para que de nuestra pelota de ayer
solo queden gratos recuerdos, mayormente en ajenos.
Las cosas van a continuar
peores para la historia del beisbol nacional, si no lo cree, escuche: este mes
hay varias efemérides de jugadores importantes para la verdadera gloria de
Cuba; sin embargo, los cronistas recién llegados o casi, supuestos relevos de
la vieja guardia, se entretienen en difundir el retiro de Norge Luis Vera y las
noticias sobre Agustín Marquetti o el Industriales. Si estos señores funcionan
así, no hay ningún derecho a juzgar a quien, sin ser cubano, haga las cosas
como crea…Por lo menos yo veo esto así.
Por Andrés Pascual
Vía Beisbol 007